CRÓNICA DIAMANTINA: Sin conserje
ni un día más, una de tantas causas justas.
22/10/2014
El 24 de octubre se conmemora el
nacimiento del que todos conocían como “el cura de los pobres”
, luchador incansable por la dignidad de los y las de abajo en esta
tierra tan castigada como es nuestra Andalucía.
Diamantino García Acosta no dudó en
tomar partido y ponerse del lado de los/as más desfavorecidos/as
que sufrían cada día la miseria de la emigración o la explotación
en los latifundios andaluces.
Diamantino García Acosta es también
el nombre de nuestro centro educativo, instituto de un barrio humilde
de la ciudad de Sevilla, que, como tantos otros, está sufriendo de
forma despiadada esta estafa que llaman crisis.
Cada año se celebra su nacimiento con
unas jornadas donde se explica al alumnado quién fue Diamantino y la
importancia de su lucha por los/as desposeídos/as. Este año además
hemos ido de las palabras a los hechos, ¿hay mejor homenaje que
ese?.
Nuestra escuela pública, la de todos
y todas, lleva sufriendo desde hace algún tiempo ataques continuados
por parte de los gobiernos que nos
mal gobiernan: recortes en recursos, profesorado,
externalización y precariedad laboral, leyes educativas
antidemocráticas, mercantilistas y segregadoras,...
A nuestra escuela pública la están
desangrando, y eso se traduce directamente en la calidad de la
educación de los/as de abajo, de los/as que quieren borrar, de
los/as que no importan, de los/as que son sólo cifras y
estadísticas.
Frente a esto, toda una comunidad
educativa se rebeló hace unos años, una marea de camisetas verdes
recorrió, como soplo de aire fresco, nuestros centros y nuestras
calles gritando que la educación pública no se vendía, se defendía
y que su crisis no la pagaban ni la sanidad, ni la educación.
Muchos/as podrán decir que todo
aquello no sirvió de nada, que seguimos padeciendo los recortes y
que la LOMCE está aprobada, pero claro que sirve. Porque el camino
es también importante, porque estamos construyendo poco a poco
resistencias desde abajo, porque, como decía Diamantino no
existen causas perdidas, sino difíciles pero son tan justas que
algún día las conseguiremos...
...y esta vez
además, la hemos conseguido.
¡Sin conserje
ni un día más!
Eso gritaba el
alumnado, el profesorado, padres y madres el lunes 20 de octubre,
cuando tras un mes y medio sin conserje decidimos plantarnos: las
clases se paraban hasta que no se solucionara esta crítica
situación: teléfonos sonando sin ser respondidos, puertas sin poder
ser atendidas, servicios sin poder ser utilizados, fotocopiadoras sin
funcionar y bolsas de trabajo sin avanzar.
El curso pasado el
centro contaba con dos trabajadoras que realizaban esta necesaria
labor. Al jubilarse una de ellas, el puesto quedó vacante y nunca se
cubrió. La otra compañera, por motivos de salud, tenía que
ausentarse de forma continuada y aún así, seguía sin cubrirse la
vacante. El 7 de octubre se dio de baja y nos quedamos sin nadie
tras el mostrador. Así hemos estado hasta hoy, intentando hacer que
todo funcionara asumiendo tareas que no nos corresponden, afectando a
la calidad de nuestro trabajo y ahorrándole dinero a la
administración, que debería velar por proteger y cuidar nuestra
escuela pública.
Pero hace una
semana decidimos responder, iniciar una campaña de recogida de
firmas, hablar con las familias, el AMPA, el vecindario... Y el lunes
paramos, paramos para no pararnos.
Hoy martes 21 de
octubre a las 8.00 de la mañana ha llegado la compañera Rosario al
instituto. Seguramente será la primera vez que haya entrado en un
instituto repleto de pancartas y carteles que pedían su llegada
anónima.
Pero no todo está
ganado aún, necesitamos que se cubra la vacante perdida, pues la
compañera viene a sustituir la baja, una baja de interinidad con un
10% de horario y salario menos. Y porque esta debería ser la primera
de muchas luchas más: limpiadoras a las que le han recortado este
curso 2,5 horas al día, y que no han cobrado los primeros días del
mes de septiembre, presupuestos menguantes, personal docente con dos
horas de carga lectiva más desde hace dos años, lo que ha supuesto
4.502 plazas menos,...y si hemos conseguido una causa justa, ¿por
qué no seguir luchando?
Y sobre todo,
porque en esos momentos en los que los/as de abajo se unen, se
organizan y exigen lo que les corresponde, por justicia y dignidad,
podemos imaginarnos otro mundo posible.
Sólo por esto vale
la pena seguir intentándolo.
¡SÍ SE PUEDE!
Cristina
Profesora del IES
Diamantino García Acosta
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